Las plantas trepadoras serán las protagonistas del ferconsejo de jardinería de hoy.








Las plantas trepadoras necesitan buscar luz y por ello, tienen que crecer hacia arriba. Como su estructura es enclenque, este tipo de plantas tiene que buscar mecanismos para ir adhiriéndose a diferentes soportes y así lograr crecer hacia arriba. En este tipo de sujeciones o formas que tienen las plantas trepadoras para ir agarrándose a los distintos soportes, vamos a ver 4 tipologías diferentes.

En este caso, las plantas trepadoras tienden a crecer en forma espiral. Es decir, la rama se va arqueando y de esta forma, sobre los diferentes soportes que encuentra, la rama de la planta se adhiere y va creciendo en forma de espiral. Un claro ejemplo de este tipo de crecimiento son las siguientes plantas trepadoras: la wisteria sinensis o glinicia, la diplademia o las judías.

Otra manera que tienen las plantas trepadoras de lograr crecer hacia arriba es mediante unos chupones. Estos chupones se adhieren sobre otro soporte, como por ejemplo un árbol, y así la planta va subiendo.

Entre las plantas trepadoras que utilizan esta forma o mecanismo para crecer encontramos la rosa trepadora de Banks o rosa banksiae y la buganvilla.

El tercer tipo de plantas trepadoras con un mecanismo concreto para crecer es el del uso de los zarcillos. Los zarcillos son una parte o rama pequeña que crece en las ramas de las plantas. Este zarcillo independiente al resto y lo que hace es ir agarrándose a los diferentes soportes que va encontrando, y de esta manera logra aguantar el peso de la planta trepadora. Estos zarcillos suelen adquirir una forma de espiral en la punta. Un claro ejemplo de este tipo de crecimiento mediante zarcillos es la pasionaria o pasiflora y la parra virgen.

Por último, tenemos las plantas trepadoras que crecen mediante el uso de las raíces. Estas raíces crecen en las ramas de las plantas y se van adhiriendo a los soportes que encuentra. Es muy habitual ver este tipo de mecanismo en los árboles: se ve la rama de la planta trepadora que ha logrado que sus raíces estén fijas en el tronco del árbol. Las raíces puedes adherirse bien a vallas o a los árboles u otras plantas. Un claro ejemplo lo encontramos en las hiedras.

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